La caida del fortin...

Aquella fria mañana, aun no había salido el sol cuando Leila Eleanor estaba ya despierta. Hacía un par de horas solamente que había dejado la guardia y tenía orden de descansar..pero no pudo
La atormentaban horribles pesadillas desde hacia un mes, un mes que estaba en ese fortín peleando por algo más que su vida, recordando su ciudad devastada, el dolor, el sufrimiento y la impotencia.
No haber podido devender su casa, su gente...ni su rey... Haber visto morir amigos, familia y la peor muerte de todas la de una estirpe de reyes enanos...Toda la familia real había sido masacrada sin dejar siquiera rastro de la existencia de su ciudad, ni siqueira las cenizas de lo que fuera un gran imperio...
Un mes llevada por un profundo deseo de venganza.
Estaba despierta aprovechando la momentanez paz para limpiar y afilar su vieja hacha, aquella que había pertenecido a su padre y que era la única arma y el único recuerdo también, que había podido rescatar del incendio y con la que había salvado su vida hasta que la encontraron aquellos enanos y la llevaron medio muerta al fortín que ahora era su hogar. Ahí la curaron y alimentaron, pero provino de su alma aquella fuerza milagrosa que la sacó de las tinieblas e hizo que se levantara y viviera con aquel nuevo fuego en la mirada que amenazaba..."Voy a acabar con todos aquellos que destruyeron mi ciudad... y mi vida"
Fue esa misma fuerza, alimentada por el deseo de venganza, que la qyudaría a cumplir co la misión que le sería encargada aquella misma mañana.
- ¡ Están atacando el fortín!!!- Aquel grito la sacó de sus cavilaciones. Apenas tuvo tiempo de ponerse el yelmo y tomar su hacha para salir corriendo. Soreía maliciosamente pensando "menos mal que la acabo de afilar..."
Las fuerzas del caso estaban tomando el fortín.
Ordas de orcos, hombres bestia y todas las inmundas criaturas que sirven al caos llegaban por las montañas como olas de un gigantesco y nauseabundo mar.
Fue en un segundo en que se tomó la decisión. El general enano a cargo del fortín la tomó por el brazo y se la llevó hacia una puerta oculta en el fondo de la cámara de reuniones..La abrió y descubrió el tunel de escape bajo la montaña.
- Se instruyó la retirada en exactamente 15 minutos- le dijo- Debemos salvar la piedra del fuego que hemos escondido con tanto afán de las fuerzas del caos. Nos quedaremos algunos para detenerlos un poco, será una misión suicida, pero es nuestra única salida, los detendremos lo suficiente para que puedan escapar bajo la montaña, el tunel te llevará al pueblo donde deberás buscar al mago y entregarle la piedra...Luego de que hayan huido, volaremos la entrada..
- ¡Cómo que retirada!! ¡Yo no escapo como cobarde!!, quiero venganza y voy a quedarme a pelear como siempre lo he hecho...¡Hasta morir si es necesario!!.
- Piensalo bien, un guerrero sabio sabe que batalla pelear y cual abandonar, puedes salvar mucho más si te vas ahora que si te quedas...no tenemos tiempo para discutir, es una orden directa. Eres jóven, fuerte y podrás resistir hasta llegar al pueblo. Esa es otra forma de venganza, más inteligente creelo. Les estás quitando parte del poder que necesitan y que están buscando desde hace tiempo. Toma esta mochila y pon la piedra en ella, la necesitarás pues la piedra es de fuego y no puedes llevarla en la mano. Empieza a correr por el tunel en linea recta, no existen atajos ni desvios...Buena suerte y que los dioses te guien y te cuiden siempre..
- ¿Y tu?..
- Voy a quedarme... tendremos que dinamitar el tunel con ellos dentro. Tardarán más en pasar y muchos moriran. Sellaremos el paso y no podrán seguirles, tendrán que rodear la montaña y eso te dará la ventaja para que puedas poner la piedra en buenas manos. Ten cuidado y corre!!!.
En ese momento empezó a correr desesperadamente, sin mirar atrás, sin pensar en otra consa que en cumplir las órdenes de quien había sido hasta ahora su general...
A pesar de ser una ruda y dura enana, no pudo evitar que una nostálgica y triste lágrima rodara por su mejilla...No pudo evitarlo y vio por última vez atrás y se quedó con la imagen grabada del más valiente de los enanos con quienes había tenido el placer de servir, en la última de sus batallas....